La contabilidad general implica el estudio desde
distintos sectores de todas las variables que inciden en este campo.
Para esto es necesario llevar a cabo un registro sistemático y
cronológico de las operaciones financieras.
La contabilidad general de una empresa,
por lo tanto, implica el control de todas sus operaciones diarias:
compra, venta, gastos, inversiones, etc. El contador debe registrar,
analizar, clasificar y resumir estas operaciones para volcarla en un
estado o balance con información veraz.
Existen distintas fases especializadas que forman parte de la contabilidad general. La contabilidad de costos se dedica a la clasificar y recopilar información de los costos corrientes y en perspectiva.
La contabilidad fiscal, por su parte, está
fundamentada en la legislación impositiva de cada país. El contador debe
encargarse de elaborar los informes pertinentes para la presentación de
declaraciones ante la Administración Pública y para el pago de los impuestos